viernes, 8 de noviembre de 2013

Improvisación animal

El martes pasado teníamos que preparar para clase un animal. Yo me decanté por la suricata. El Timón de Pumba en El rey león, para los que no sepan a qué me refiero.
Tras salir a escena siendo el animal elegido, andar por el espacio como anda, mirar como mira, hacer sus mismos sonidos, etc. Tuvimos que hacer una segunda improvisación algo más difícil: un humano que tuviera esa energía y rasgos de dicho animal.
Al salir a escena, entrando torpemente pero con un andar ligero, estudiando el espacio con los ojos redondos como platos y proferir alguna que otra palabra, intentando adivinar como hablaría una persona que tuviera un tono y forma de sonar parecida a la suricata, me di cuenta de que, estar en un otro cuerpo es muy complicado. En otro cuerpo que no es el tuyo, ya que no tiene la misma energía, ni la misma posición de pies, ni de brazos ni de cuello, ni espalda. Pero aún así, sonar diferente, buscando otro color en la voz, me pareció una tarea aún más ardua.
Este tipo de improvisación me sirvió para entender que no tengo nada controlado ni el cuerpo ni la voz.  Es un gran ejercicio para poco a poco ir encontrándolos. De repente partes de tu cuerpo que no se habían movido nunca así, deben hacerlo. Se te hace incómodo y antinatural, pero empiezas a ser consciente de muchas cosas.
Tras eso, hicimos una improvisación en conjunto, con los personajes que habíamos elegido cada uno: un suricato, una gata y un pingüino mezclados en una misma escena. Y más tarde, una mariposa, una jirafa y una hormiga.

La segunda parte de la clase, consistió en unas improvisaciones bien diferentes. Saliendo de dos en dos, a cada persona se le daba un objetivo a conseguir. Objetivo que la otra no podía saber y viceversa. Pasamos a un estudio de la intención. La verdad, es que funcionó bastante bien. Salir a escena teniendo claro lo que quieres, hace que sea más dinámica la improvisación, más ligera y corta. Al tener un objetivo, sabes cómo debes comportarte, e incluso la posición del cuerpo y la voz salen solas. No siempre salen perfectas, puesto que no sabes cuál es el objetivo de la otra persona y cómo ella va a hablarte o qué relación establece que tenéis.
Por ejemplo, una de las personas tenía como objetivo que la otra le diera el puesto de directiva más importante de su empresa y la otra necesitaba que le firmara el aval de la casa. Esta segunda, entro a escena dando por hecho, que la otra persona tenía que ser conocida suya, ya que le iba a pedir algo tan personal. Pero la primera, entró proponiendo desde el principio y lo que tenía pensado la segunda se desmontó por completo. La primera saludó y le dijo su nombre. Ahí teníamos un primer paso: no se conocen. Como bien sabemos en una improvisación se tiene que trabajar en base a la escucha del otro. La persona del aval, tuvo que tirar con la información que la otra había dado al público: que se acababan de conocer.
Aún así salieron adelante, porque como ya digo, ir con un objetivo te centra.

En la clase de canto, cada uno cantó una canción nueva. En mi caso cambié Al Son del Jazz (Chicago) por Solo por ti, del musical We Will Rock You. Cuando tengo que empezar a cantar siempre me supone el mismo ritual: ponerme nerviosa, hacerme pequeña y sentir que va a salir mal. En una primera vuelta a la canción, para presentar cuál había elegido y como estaba mi voz con ella, intenté hacer todos los giros vocales que Eva María Cortés hace al interpretarla. Pues escogí hacer su versión.
En una segunda toma, siguiendo las pautas de la profesora, salió muchísimo mejor. Simplifiqué esos giros, para empezar de lo pequeño a lo grande; empecé sentada, contándoselo a los otros compañeros de clase, luego me levanté y me puse frente a ellos. La profesora, me dio directrices en cuanto interpretación y en cuanto a voz. Y el resultado fue mucho mejor. Hacer mi propia versión.
En un punto en el que estás empezando a conocer cómo eres y qué tienes, para saber cuáles son tus herramientas de trabajo, es mejor empezar poco a poco.
Por lo menos el miedo a cantar en público se me está quitando con cada clase.
Dentro de poco colgaré covers por mí en Youtube, para atreverme un poco vamos. ¡Estad atentos!

Creo que eso fue en resumen toda la clase del martes. Veremos que pasa en la siguiente.

¡Un saludo!
 
 
Para los que no conozcan la canción:

http://www.youtube.com/watch?v=6NDYljkGdN8

viernes, 1 de noviembre de 2013

Cambio de rumbo

El baile de máscaras no será más un blog sobre moda en concreto. Nos trasladamos a http://threedeadlysins.wordpress.com/ con nuevo nombre y nuevas ideas. Y continuamos con nuestras críticas y nuestros análisis sobre el mundo de la moda, como influye en otras artes y, en general, en la sociedad. 

Pero este blog no se cierra, no señores. Se hace un cambio radical y pasa a ser llevado por solo una persona que no os va a hablar de moda. No. 

Una servidora usará a partir de ahora este espacio como cuaderno de bitácora. Andanzas, aventuras y desventuras sobre el estudio y arte al que me dedico en cuerpo y alma: el arte dramático. 

Y como primeros apuntes os pongo en contexto: 
Empecé a estudiar teatro a los 14 años en el colegio San Viator de Madrid, después de unos años de parón, debido a que tomé algunas clases de canto, entré en la escuela Cuarta Pared. Estudio de actores, compañía Grumelot, pruebas de la RESAD,... Y un sinfín de escuelas y de situaciones por las que cualquier actor ha pasado. Actualmente estudio teatro musical en la escuela Acting y no podría estar más contenta con las profesoras y compañeros de trabajo. 
El último día, en dicha escuela, tuvimos el honor de recibir a Carlos Hipólito, el cual nos habló de su experiencia como actor de TV, teatro y teatro musical específicamente. Fue simplemente impresionante la lección de humildad y de fuerza que nos inculcó. Salimos muy motivados y con muchísimas ganas de seguir aprendiendo sobre este oficio que es tan duro como maravilloso. Desde ese día, sentí que necesitaba un cuaderno donde escribir todo lo que me enseñaban cada día. 
En teatro se aprende con cada clase tantísimo, que, aunque mucho de lo nuevo te lo lleves a casa contigo, otro tanto se olvida a los días, sino se entrena diariamente. Con este blog lo que quiero es compartir mis experiencias como actriz, dar consejos aprendidos en clase y recibir de otros actores que naveguen en la red. 
Bienvenidos a un nuevo baile de máscaras, en el cual lo que importa no es el disfraz, sino cómo lo llevas.