miércoles, 29 de enero de 2014

Sexto día sin hablar

Es increíble lo fácil que se me está haciendo el no pronunciar palabra.
Yo, que soy dada a empezar a hablar y no parar, no estoy sintiendo esa necesidad.
Pero, ¡ay! la de cantar... Desde que abrí los ojos tras la anestesia hasta ahora mismo, mi cabeza ha sido una caja de música constante. No han parado de sonar canciones: instrumentales, vocales, del Romanticismo, Soul, Rock, Pop, Jazz,... No ha parado de sonar en mí.
No pensé que me sería más difícil dejar de cantar que de hablar. No me confundáis, no estoy cantando tampoco. Pero lo deseo con todas mis ganas. Lo echo de menos como respirar.
Estoy esperando a que llegue el momento en el que el médico me diga: ya puedes empezar a hablar 10 minutos de cada hora y vuelva a ir a foniatría y a canto para educar la voz desde cero.
Deseando volver a encontrar los agudos en lo alto de mi cabeza y la fuerza desde el centro de mi pecho.

Deseando volver a cantar, lo que sea. Como sea. Pero ya.

http://www.youtube.com/watch?v=DFsbrA_buNo

Ya no queda nada. ^^

miércoles, 22 de enero de 2014

Operación: fuera Nódulos

Hoy es mi último día con voz hasta dentro de 25 días. Los nervios me recorren todo el cuerpo pero a la vez tengo una ilusión parecida a la que sentí cuando supe que iba a empezar a dar clases de teatro.
Quiero dejar de respirar mal y de tener la voz ronca y también quiero poder volver a cantar de cabeza y no solo de pecho.
La voz de cabeza es lo primero y lo que peor parado sale cuando una tiene nódulos. Así que en estos años he tenido que investigar mis graves, medios y, especialmente, mis agudos de pecho. Han salido colores en mi voz que nunca pensé que tendría, pero también desaparecieron notas y timbres que antes podía hacer. Por ello necesito tener todo bien, para mantener lo que ya tengo y volver a poder hacer lo que hacía antes.

Hoy en vez de pasarme la tarde asustada pensando en la operación o callada, tranquila (ya tengo 25 días para eso), la estoy pasando de la mejor manera que sé: cantando y grabándolo. También estoy grabándome hablando. Consejo que me dio mi grandísima profesora de teatro y canto, porque así luego podía compararlo con la nueva voz y no habría ni punto de comparación, me dijo. Así voy animándome a mí misma cuando me vuelva a oír.


Mañana a las 11 de la mañana mi voz cambiará para siempre.

¡Tengo tantas ganas!



Es solo un cambio en mí. Un cambio, nada más. 
=)


lunes, 20 de enero de 2014

Teatro Musical

Me hace mucha gracia cómo las personas prejuzgamos. La gente me mira con respeto y sorpresa cuando digo que me gusta la ópera. Cuando hablo de mi colección de ópera de Verdi, Mozart, etc cuando menciono mi pasión por María Callas y digo que mi cantante favorita actual es Angela Gheorghiu y que su debut cuando tenía solo 20 años en La Traviata fue algo de otro mundo.
Sin embargo, cuando hablo de que quiero estudiar teatro musical: hay silencios incómodos y las miradas de sorpresa se mantienen, pero con un cariz de desprecio. Ya no "molo", ya he dejado de ser "culta".
Algunos simplemente no preguntan. Otros expresan un simple: "Ah, qué guay..." Algún/a atrevido/a me pregunta: ¿Por qué? ¿No prefieres hacer teatro más...real...más... interesante?".

Real.

Interesante.

Todo esto me resulta irónico a la par que estúpido. Hay una gran cantidad de gente que, monóculo en mano, cree que hacer musicales es mucho menos profundo y más comercial (en el sentido peyorativo de la palabra) que hacer una ópera. OK. No me gustaría decir porque amo los musicales en detrimento de la ópera, porque creo que son formatos completamente diferentes  y no se pueden comparar.
Pero si insistís...Para empezar diré que yo no estudio ópera porque no tengo voz para tal y porque yo no solo quiero cantar, quiero actuar y bailar. Y antes de cantante lo que quiero hacer es Arte Dramático.
Me gustaría que la gente que habla de lo mainstream que es el musical y lo interesante que es la ópera se pararan a pensar en personajes. Ya que yo quiero ser ACTRIZ diré que en la ópera nunca tendré la oportunidad de hacer un personaje femenino fuerte, ni libre, ni abierto. Siempre estará supeditado al hombre, será un vago cliché y el trabajo de actriz quedará resumido a: posiciones y movimientos y cantar bien.
Esto no pasa siempre en los musicales. Cierto es que el 90% del teatro musical es bastante machista y legitima roles clásicos de mujer y hombre. Pero yo en la ópera nunca podría interpretar a una Velma Kelly o nunca podría hacer una crítica tan cruda a la iglesia y a la represión sexual como se hace en Spring Awakening. O hablar libremente de una relación de tres, como pasa en Cabaret. Bisexualidad y tríos. Pocas óperas me ofrecen personajes tan variados.
Las personas que me miran con asco o de repente me tienen menos respeto porque digo que quiero hacer teatro musical, primero deberían informarse. Porque no todo es Grease (con todo mi respeto a Grease, que a mi me encanta a nivel musical).

En otras ocasiones, pasan a juzgarme porque no entienden porque quiero estudiar teatro musical en vez de Comedia del Arte, verso isabelino, etc. Puntualizo aquí que AMO el teatro y quiero estudiarlo TODO.

 Así que hoy voy a explicar porque quiero estudiar específicamente teatro musical primero:

1. Porque une 3 artes que me fascinan: música, danza y teatro (y con esto ya es razón suficiente, pero todavía tengo unas cuantas más).
2. Porque amo cantar. Independientemente de que cante más o menos bien o más o menos mal, siempre ha sido mi forma de expresarme. A unos se les da mejor la prosa, a otros el texto, a otros la mímica, etc. En mi caso, donde me siento yo misma, es cantando historias. Me encanta contar lo que canto y amo cantar lo que cuento. Es mi lenguaje predilecto.

3. Porque no conozco actores mejores preparados física y vocalmente que los que han estudiado musicales. Su voz y su cuerpo están tan entrenados que tienen mejor dicción y proyección que cualquier monologuista y mejor contro de movimientos que cualquier clown.  Yo quiero esa base para mí. Todo lo demás será ir cogiendo diferentes cursos (de clown, de acrobacias, de canto jazz, de verso, etc. ). Pero primero, ante todo quiero ser actriz de musicales.

4. ¿El teatro musical es comercial (como algo negativo)? ¿El teatro musical es plano y cero crítico? (esto es una generalización como la copa de un pino, pero vale) Ok. Pues cada vez que salgo de una obra de teatro musical tengo una inyección de fuerza y de vida que ningún otro tipo de teatro consigue crear en mí. Cada vez que veo teatro musical quiero LUCHAR. Otro tipo de teatro podrá ser más o menos crítico, más crudo, etc. Pero ninguno te da la energía y las ganas de seguir adelante como lo hace el teatro musical. Porque los personajes de teatro musical, teniendo sueños que pueden pareceros más banales o principios más altruistas o más egoístas, siempre se levantan a buscarlos, siempre intentan, con uñas y dientes, conseguirlos. La mayoría de las veces el teatro musical tiene como moraleja: lucha por tus sueños. Y eso me parece algo maravilloso y muy particular de dicho género.

Hay una infinidad de razones por las que estoy estudiando teatro musical, pero creo que estas 4 son los mayores motivos.
Me llama la atención la gente que oye la palabra musical y ya lo rechaza. Creo, sinceramente que no tienen ni idea. Que no conocen muchos musicales, que están prejuzgando.
Musical es un género y como género, hay una gran varierdad de ellos: puede ser bueno, malo, sublime, basura, etc.
 Hay musicales que son auténticas obras maestras y musicales bastante mediocres. Lo que me duele como actriz es que simplemente por el hecho de que sea un musical lo consideren un teatro inferior y no valoren el esfuerzo de los actores y de, en general, todo el equipo que hace que una obra así sea posible (¡músicos en directo, por dios!).

La próxima vez que alguien se ría de vosotros u os considere inferiores por hacer teatro musical, primero que se informen, que es lo más importante de todo. No hay nada peor que hablar sin conocer. Y creer que comercial = mala calidad, es otro terrible error.


So, Don't rain on my parade, please.
^^



viernes, 17 de enero de 2014

Me tengo que acostumbrar. Sólo es eso.

Y todos los 17 son iguales. 
Me tiemblan las piernas.
En el ocaso de mi memoria te siento a lo lejos 
y duele. 
Duele por ser un nos convertido en polvo 
y un viaje a otro mundo.
Un mundo en el que no te encuentro. 
Mientras grito y se rompe mi voz en millones de lágrimas,
el vacío me devuelve la nada. 
Y tú lo llenas de mentiras y falsas sonrisas. 
Y yo rodeado de éstas,
me hundo. 
Y tu verdadero ser no está aquí. 
Me busca en otro mundo.
Grita y llora y se rompe.
Está rodeado también 
de mi falso yo. 
Y en nuestro mundo en común nos hemos encontrado,
pero no somos los mismos. 
(...)
17, vienes a mí cada mes y mi corazón se encoge un poco.
Me cuesta respirar, pero pienso:
 son solo 24 h, 1440 minutos, 86400 segundos. 
El 18 va a llegar. No queda nada. 
Amanece un nuevo día y el sol se pone en mi memoria. 
Y en vano me digo: aún queda mucho para el siguiente.
La próxima vez, será diferente. 

miércoles, 15 de enero de 2014

Nódulos

Ha pasado. Ahora que mi carrera como actriz está empezando a despegar, han vuelto a mí. El mal de todo actor. La maldición con la que tenemos pesadillas. Deseando que nunca nunca nos pase. Pero cuando se tienen solo dos herramientas con las que se trabajan, las probabilidades de que se gaste o se estropee alguna de ellas, aumentan.
Tenía 17 años la primera vez que me apareció un hiato en la voz. Tengo una mala técnica vocal que en esa época se mezcló con una profesora de canto, que aunque me enseñó muchas cosas, me forzó a cantar en una tesitura que no era la mía. Cóctel molotov que hizo que mis cuerdas no pudieran cerrarse del todo. A partir de ahí empecé a dar clases de foniatría en locales mediocres que atendían a mi problema a la vez que al de más pacientes. Todos teníamos defectos en la voz diferentes: un hombre que tenía la lengua demasiado grande, un señor con una sola cuerda vocal, una niña que gritaba mucho y tenía nódulos, una persona con cáncer en las cuerdas, etc. Sinceramente, así NO se curan tus cuerdas. No hay nadie enseñándote a hablar a ti, a controlar tus defectos. Por lo tanto, aunque se me quitaron los micronódulos, estaba claro que volverían a salir.
A los 19 años, aparecieron los nódulos. Me volvieron a enviar a ese local en el que no me iban a dejar peor, pero en el que no iba a mejorar. Así han ido pasando los años hasta que ahora con 25 años me han vuelto a salir. El médico ha decidido extirparlos en operación.
Tengo miedo, mucho, porque llevo con esta voz 25 años y aunque a veces la odie, es mía y de nadie más. Y ahora sé que cambiará. A mejor, dicen, pero me da miedo: que sea más grave, que no pueda hacer agudos, que me limite, que no me guste, etc.
Aunque por otra parte, sabiendo que saldrá más potente y limpia...estoy deseando que me los quiten para empezar, tra un mes y medio de reposo, una vida completamente nueva.

El martes me despido de mi voz cantando y actuando, hasta dentro de mes y medio que vuelva a cantar y a actuar, ya con ella arreglada y sana.
Y no veo mejor manera de decirle adiós que cantando la canción que está definiendo mi vida en estos momentos:


Adiós a mi voz dulce, templada y rasgada. Veremos como suena cuando vuelva a hablar.

Sin miedo a nada de lo que ocurra, porque este es mi momento y el operarme solo hace que se mejore, porque estaré 100% preparada para empezar a ser una buena actriz.

The cold never bother me, anyway.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Bye bye, Groningen

Se acaba el año y no puedo remediar acordarme de que hoy mismo el año pasado estaba en una pequeña ciudad al norte de Holanda llamada Groningen viviendo el año universitario de mi vida. Estudiar cine fuera de España es lo mejor que me ha pasado nunca en lo que se refiere a mi carrera. Dicha ciudad es simplemente mágica, su gente (de todas partes del mundo), su cultura, su educación,... Me siento muy afortunada de haber podido viajar allí y haber aprendido tanto, tantísimo. 
De todas formas, la beca Erasmus me ha dado cosas buenísimas y horribles. Ha sido el peor y el mejor año de mi vida, a partes iguales. He perdido muchísimas cosas, casi todas las que consideraba importantes en mi vida. Y a lo largo de mi estancia allí y sobre todo al volver, me doy cuenta de que le importo a más bien cinco personas. Vuelvo sola, sin poder licenciarme, pero tampoco ser universitaria porque las matrículas tienen unos precios inimaginables para ser una universidad pública. Sin trabajo, porque estoy en la España de hace 40 años y con poco que hacer. 
Empiezo a llenar mi tiempo de lo que realmente he querido siempre: teatro. 
Las clases de musical son maravillosas, conozco a gente excepcional y sobre todo que comparte mis intereses e incluso mis sueños. Comienzo a hacer casting y resulta que los voy consiguiendo todos (suerte la mía, la verdad). Y sin darme cuenta me voy acostumbrando a volver a España. Agobiada y decepcionada, por todo lo anterior y porque Groningen no se puede comparar con ninguna ciudad de España, ni siquiera Madrid, ni Barcelona. 
Mi voz empieza a calentarse de nuevo y a salir como nunca había salido, me va cambiando el cuerpo debido al baile y vuelvo a estar entrenada en creación de personajes e improvisación. 
Me embarco en mis dos primeros proyectos teatrales del año: Los chicos de la barricada y Los Monólogos de la vagina. Dos sueños hechos realidad. Interpretar a Éponine era algo que veía lejos, que a lo mejor sucedía o a lo mejor no. Y tener un monólogo en la obra Eva Ensler es más que un honor para mí. 
Siempre he creído que el artista tiene deberes para con la sociedad. Mil veces ha pasado que ves una película y, a veces de forma radical, a veces en pequeñas dosis, cambian tus ideales por completo. Te remueven, te hacen pensar. Pues bien, yo creo que el cine y el teatro de evasión es maravilloso y también te hace crecer como actriz, pero creo que es importante llevar a cabo obras como Los Monólogos de la Vagina. Una obra que se resume en un grito de guerra de la mujer. Esa dominación patriarcal a la que estamos sometidas día a día en todo y en especial en lo que se refiere a nuestra imagen y nuestra sexualidad. 
Los monólogos de la vagina es simplemente un regalo para cualquier actriz. Una obra que investiga en terrenos en los que la gente no quiere entrar y que remueve conciencias. 
No puedo sentirme más afortunada de formar parte en estos dos proyectos. 
Y por si fuera poco, yo, que siempre he soñado con hacer musicales también, este año participo en mi primer musical con la escuela Acting. En el que empiezo a trabajar, por cierto, hoy mismo. 
A esto se le añade una cuarta obra que es otro de mis papeles más deseados. Mi director preferido es Fellini y adoro con toda mi alma a Giulietta Masina. Una de mis películas preferidas de este combo perfecto es Las noches de Cabiria. Bueno, pues a partir de enero también trabajaré en la adaptación al teatro de dicha película, en nada más y nada menos que el papel de Cabiria. 
Teatralmente se avecina un gran año, independientemente de lo inestable que esté todo lo demás. 
Y aunque esté emocionalmente destrozada, tengo que mirar lo positivo de este año. He vivido sola, con otro idioma, trabajando en dos curros y estudiando en la universidad y he aprobado todo con nota. He viajado, montado en bici, conocido gente, gritado, llorado, cantado en mitad de una plaza, bailado, reído, etc. 
Me han decepcionado y he conseguido odiar con toda mi alma a alguien que ha tenido como objetivo hacerme daño durante todo el año,... me he quedado prácticamente sola. Y aún así, sin fuerzas, sin ayuda de nadie, me he levantado cada día, he conseguido los castings sola y estoy trabajando como actriz por primera vez. Nadie ha preguntado, nadie ha dicho nada que no fuera para su propio beneficio, nadie se ha preocupado y aún así sigo luchando. 
Solo puedo agradecer a quienes están y desechar a los que no importo. Mirar hacia adelante y sonreír porque, esté como esté, por fin soy actriz. Algo que llevo queriendo desde los 4 años. Desde que supe lo que era. 

Elena Anaya en una entrevista dijo una vez que el camino del actor es muy solitario, que eso a veces te hace daño y te puede llegar a destruir. Yo en su momento no lo entendía, no se me ocurría por qué el camino del actor podía ser solitario. Cada día lo entiendo mejor. 


Espero que paséis un año genial y que sigáis siendo vosotros mismos. Porque a pesar de todos los obstáculos, es la mayor satisfacción que se puede tener de uno mismo. Ser fiel a tus principios. 

Feliz año nuevo. 


miércoles, 18 de diciembre de 2013

A veces las cosas pasan. Simplemente


Yo soy yo
Tú eres tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú
Yo soy yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
será maravilloso
si no, no puede remediarse.
Falto de amor a mí mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a ti
cuando intento que seas como yo quiero
en vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres tú y yo soy yo.