martes, 15 de enero de 2013

Globos de Oro 2013

Nudes, tonos rojos y falta de originalidad


Este domingo 13 de enero se celebró la septuagésima edición de los Globos de Oro que, una vez más, sirvió de antesala a los Oscar. La alfombra roja de este evento cada año se convierte en una de las pasarelas más importantes en las que las celebrities posan mostrando sus mejores galas.

El nude se destaca como el (no) color más importante de la noche. Tonos suaves que juegan con lo elegante y naif pero que no siempre son una buena elección pues muchas veces se confunden con la piel dejando más bien a un fantasma posando ante las cámaras. Amy Adams apareció con un acertado Marchesa que destacaba cada una de sus formas y tonalidades de piel y pelo, pero por otro lado Amanda Seyfried, en un intento (quiero creer) de emular a la joven Cosette, papel que representa en Les Miserábles, aparece sin pena ni gloria con un vestido del mismo color que su piel. Blancos y nudes se convierten en los más vistos de toda la noche, pero no por ello los mejores. 

Anne Hathaway, que volvió a casa con un merecido Globo de Oro por su rol de Fantine en Les Miserábles, se enfundó en un dos piezas blanco de Chanel que marcó la diferencia entre tantos vestidos y destacó con un corte de pelo que se alzó por encima de tantas melenas sueltas.

El rojo, en todas sus variantes se convierte en otro de los platos fuertes de la noche. La imponente Jennifer Lawrence haciendo gala de su naturalidad al decir que no sabía que significaba Haute en Haute Couture, se fue a casa con un Globo de Oro a Mejor actriz en comedia o musical por El lado bueno de las cosas. La academia, para variar, regalando premios cuando creen que se los deben de otras ocasiones.

La bellísima Marion Cotillard también eligió el color de la pasión demostrando que menos es más. Zooey Deschanel, la nominada Naomi Watts con un maravilloso Zac Posen granate, y la galardonada por la categoría de Mejor actriz en una serie dramática, Claire Danes por Homeland, se sumaron al carro de ladies in red.

El negro y los azules son los siguientes platos fuertes de la noche. Cabe mencionar a la que para mí casi siempre es la mujer más elegante en este tipo de eventos: Nicole Kidman, siempre impecable, con un Alexander McQueen negro de apliques dorados. Y sin duda, la eterna Helen Mirren mostrándonos que la belleza no tiene edad.  Los apliques. en general y los apliques dorados, en particular, fueron otros de los elementos más repetidos en la ceremonia.


Las sorpresas de la gala brillaron por su ausencia, tanto en moda como en los galardonados. Este año las maestras de ceremonia fueron dos titanes de la comedia: Tina Fey y Amy Poehler. Cualquier guión mediocre podría sonar a un sketch de los Monty Python si son ellas las que lo interpretan.
Los diferentes gags sonaron de manera natural y divertida sin levantar la polémica que podría haber suscitado en manos de cualquier otro presentador. Incluso cuando se mencionó el desastre de presentación de Oscar que hizo James Franco en el 2011, dejando a la pobre Anne Hathaway todo el peso de la ceremonia, toda la sala estalló en carcajadas.
Más allá de la grandiosidad de las presentadoras, la entrega de premios estaba cantada desde un principio: Les Miserábles y Argo se alzaron como las ganadoras, Jessica Chastain obtuvo el Globo de Oro a Mejor actriz dramática y Adele lo consiguió por Mejor canción original por Skyfall, vestida de negro y con moño. Acontecimientos completamente inesperados.

Para los Oscar 2013 haced vuestras quinielas, aunque, analizando como se desarrolló los Globos de Oro, serán todas sospechosamente parecidas.

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