miércoles, 16 de enero de 2013

Las diez mejor vestidas de los Globos de Oro 2013

Una se puede enterar de lo que está pasando con la alta costura mirando los desfiles de los diseñadores más importantes, pero también puede ver la gala de los Oscar o, en este caso, la de los Globos de Oro, porque muchas veces las actrices los lucen incluso mejor que las modelos de pasarela, porque le dan a cada vestido una personalidad especial. Siempre he pensado que, cuando una persona se viste, está interpretando un personaje, bien sea su propio personaje o un personaje ajeno, pero un personaje al fin y al cabo. Por ello, cuando vemos a estas actrices cada año en la alfombra roja, nos fijamos en los vestidos más aún que cuando los vemos en la Semana de la Moda de París o de Milán. Quizá un motivo pueda ser que las actrices eligen para estas galas el vestido que ellas quieren lucir, mientras que las modelos llevan el vestido que los diseñadores les ponen; cada actriz elige un tipo de vestido, aquel que quieren ellas que se asocie a su imagen o que las represente o, simplemente, aquel que creen que las favorece más.

Algunas aciertan más con su elección y otras menos. Las hay que, con sólo pisar la alfombra roja, ya lo iluminan todo. Una de ellas ha sido Emily Blunt, (nominada a Mejor Actriz de Musical o Comedia por La pesca del salmón en Yemen), que llevaba un precioso vestido de bordados dorados con un corte muy original, que dejaba ver su cintura y que realzaba su buen tipo. Elegante, sofisticado y favorecedor, combinado con un recogido muy sencillo; en definitiva: una gran elección.



Otra que acertó con el look fue Olivia Munn, que eligió vestirse de Armani, con un vestido que se dividía en dos partes: la parte del pecho (estampada y de un precioso color turquesa), y la falda (negra, larga, sencilla).


Anne Hathaway supo cómo sacar partido a su corte de pelo, que tanto le favorece. Se vistió de una manera muy sencilla, con un vestido de Chanel que se dividía en dos partes. El vestido, de un blanco muy puro y con escote palabra de honor, le daba la luz necesaria a la actriz, que recogió el Globo de Oro por su actuación en Los Miserables

Quizá de Julianne Moore, que asistió a la gala vestida de Tom Ford, podríamos decir que es la elegencia personificada. Sencillez y minimalismo, ¿se puede pedir más? En este caso no. La actriz supo cómo llamar la atención sin llamar la atención, simplemente con clase, con belleza y con esa espalda al aire llena de pecas que enamora a cualquiera.



Vimos muchas mujeres de rojo, y no me extraña, porque el rojo es un color que suele sentar muy bien a todo tipo de piel. Este es el caso de Zooey Deschanel, que llevaba un vestido de Oscar de la Renta de un corte no muy especial pero de un tono muy bonito, con escote corazón. Además, no podía no mencionarla teniendo en cuenta que llevaba un 'nail-art' precioso en el que hacía un pequeño homenaje al cine clásico. Su look se completaba con perlas al cuello: muy clásico y acertado. Aunque también es cierto que el vestido que llevaba el año pasado (en tonos verdes y negros) me gustó mucho más.
También de rojo, aunque en un tono más anaranjado, apareció Marion Cotillard, elegante, sencilla y muy guapa, con un vestido de Dior de palabra de honor y bajo asimétrico y unos tacones clásicos, de punta. Viendo a las asistentes a la gala, se podría decir que ese tipo de zapatos son la competencia ahora mismo de las plataformas y los tacones gruesos que tanto veíamos últimamente en todas partes.

Otro de los looks que más me han gustado de entre todos los que han llevado las actrices en esta edición de los Globos de Oro ha sido el de Amanda Seyfried, que apareció con un vestido blanco de Givenchy de encaje y transparencias: un acierto. La actriz, modelo y cantante es una mezcla perfecta entre inocencia y sensualidad y además no hay nada que le siente mal (cara perfecta, cuerpo perfecto; y mucha elegancia).



Nicole Kidman y Kate Hudson eligieron vestidos de Alexander McQueen para acudir al evento; ambos eran negros con detalles en dorado, muy cuidados y favorecedores.
Kidman eligió un modelo más recto y muy simétrico. Siempre he pensado que esta actriz no elige bien los vestidos; suele ir con vestidos en tonos muy claros (blanco, crudo, maquillaje), tonos que no favorecen su piel; sin embargo, esta vez, de negro, la vi muchísimo más guapa y elegante, además de más sexy. Su maquillaje era muy sencillo; creo que le quedan mejor los tonos más fuertes, los labios rojos (como demuestra en Moulin Rouge), pero pocas en la gala eligieron un pintalabios que no fuera en tono 'nude'.
Hudson, con un maquillaje similar, eligió un vestido con el cuello y el escote en dorado, de manga larga y acabado en una pequeña cola. La caída del vestido me ha parecido preciosa. La actriz decidió rematar el look con un clutch de Roger Vivier.

Pero, sin duda alguna, la mejor vestida del evento fue Michelle Dockery, conocida por su papel en la serie Downton Abbey. La actriz desfiló sobre la alfombra roja con un vestido largo y de corte sencillísimo, firmado por Alexandre Vauthier. Blanco hasta debajo del pecho y desde el pecho hacia arriba de un maravilloso encaje dorado digno de los retablos del trecento. Fue, en mi opinión, la sorpresa de la noche: elegante, original y favorecedor; un diseño muy especial que la actriz supo lucir a la perfección.



Estas son tan sólo algunas pruebas de cómo la alta costura es arte, de cómo convierte a cada persona en especial, mediante vestidos hechos a medida que llevan detrás horas de trabajo. Los Globos de Oro son premios al cine, pero luego, para bien o para mal, la gente recuerda mejor cómo iban vestidas las actrices, los maravillosos encajes, los tacones de vértigo y los cuerpos que se dejan ver de una manera entrecortada y misteriosa sobre la alfombra roja cada año.

1 comentario:

  1. Julianne Moore es mi favorita, pero reconozco que me dejo llevar por mi espíritu fan.

    Gracias por tu artículo, Ana.

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