O cómo tener más cara que espalda y estar orgulloso de timar a tus clientes más fieles
Decepción. Esa es la primera palabra que viene a mi cabeza cuando pienso en lo que ha sucedido esta mañana. Tras ella, se me aparecen algunas más como: publicidad engañosa, frío (porque las horas de espera en una madrugada al norte de Holanda son realmente duras), hambre, sueño, ira,... Y otras que no se me permiten decir en un blog apto para todos los públicos.
Normalmente es mi querida Greed la bloguera perteneciente al grupo de enmascaradas que escribimos aquí la que tiene la lengua más ácida. Por supuesto, siempre cargada de razones. Pero hoy me voy a dar el lujo de hablar sin tapujos (sin haberlo deseado me ha salido un pareado) de la indignante anécdota que estoy a punto de contaros.
Ayer tuve la suerte (eso pensaba yo, ¡ay mísera de mí, ay infelice!) de enterarme de que en el centro de Assen, un pueblo holandés cercano a Groningen, ciudad en la que actualmente resido, se preparaba esta mañana la fiesta de apertura de la nueva tienda de H&M. Me pareció una gran oportunidad para hacer un artículo sobre una de mis tiendas preferidas, que abarca desde la estética más hipster a la más clásica. Me preparé un breve cuestionario, ya que me enteré la noche antes, creyendo que serían tan amables que responderían a mis preguntas. Y encantada con lo que prometía el evento, una tarjeta regalo de 5 a 100 euros a las 100 primeras personas, catering para empleados y clientes y colecciones nuevas, decidí estar ahí de las primeras.
Me levanté, no, perdón: Me he levantado a las 4:15 de la mañana (duele, lo sé) y me he dirigido a la Centraal Station de Groningen para coger el primer tren que me llevara al pintoresco Assen. A mi llegada, noche cerrada todavía, tuve que andar contra el viento helado que me congelaba hasta los globos oculares, unos diez minutos hasta encontrar la tienda.
Finalmente fui la primera: 5: 40. La tienda abría sus puertas a las 9:30.
Las horas pasaban lentamente mientras poco a poco dejaba de sentir los dedos de mis pies, pero mi cabeza no paraba de recordarme que iba a merecer la pena. Aunque desde mi llegada no paré de ver, al igual que los otros clientes que iban llegando, camiones y camiones de comida entrando a la tienda, lo único que nos ofrecieron por fin, a las 07:00 am, a las aproximadamente 20 personas que estábamos allí, fue un triste café con agua que casi tuvimos que compartir, porque nos repartieron una cantidad escasamente justa. Incluso cuando un tren se avería en Groningen te dan un almuerzo más completo. Se me ocurren muchos chistes sobre la II Guerra Mundial en este momento debido al pasado histórico de Assen, pero creo que estarían de más.
Finalmente a las 08:00 repartieron las tarjetas de regalo tan ansiadas. Solo éramos unas 35 personas. Los ojos se nos iluminaron de repente y olvidamos el frío. Creo que todos pensábamos lo mismo: somos los 35 primeros, seguro que la mayoría nos llevamos la tarjeta regalo de 100 euros. Ahí, la segunda decepción de la mañana, mucho mayor que la del café.
Una señora, al parecer muy amable, salió a explicarnos cómo funcionan, obviamente en holandés. Cuando le pido por favor que me lo vuelva a explicar en inglés creo que por mi cabeza han pasado las peores torturas habidas y por haber. "No, no. No es una tarjeta regalo en sí. Es una tarjeta descuento de 5 euros, hasta los 100 euros. Si tu compra supera los 100 euros no te hacemos el descuento de 5".
He revisado de nuevo el evento de Facebook y algunas otras páginas que pondré a continuación para ver si es que lo leí yo (y el resto de personas que estábamos ahí, que no solo se enteraron por Facebook) mal. Esto se podía leer en una parte del evento (copio y pego):
"20 maart opent om 9.30 uur onze gloednieuwe winkel in Assen. Join ons tijdens de feestelijke opening!
P.s: de eerste 100 mensen in de rij krijgen een giftcard van maximaal 100€."
Traducción:
"El 20 de marzo se abre a las 9.30 nuestra nueva tienda en Assen. ¡Únase a nosotros durante la gran fiesta de apertura!
PD: las primeras 100 personas en la fila obtendrán una tarjeta de regalo de hasta 100€."
Facebook no es tampoco fiable, aunque lo ponía desde la página principal de H&M en Holanda. Pero por si las moscas, he visitado algunas páginas más en las que se anunciaba la noticia. Si ponéis el traductor Google veréis que informan de exactamente lo mismo. Estando, la segunda página, escrita después de que se haya sucedido el acontecimiento:
"20 maart opent om 9.30 uur onze gloednieuwe winkel in Assen. Join ons tijdens de feestelijke opening!
P.s: de eerste 100 mensen in de rij krijgen een giftcard van maximaal 100€."
Traducción:
"El 20 de marzo se abre a las 9.30 nuestra nueva tienda en Assen. ¡Únase a nosotros durante la gran fiesta de apertura!
PD: las primeras 100 personas en la fila obtendrán una tarjeta de regalo de hasta 100€."
Facebook no es tampoco fiable, aunque lo ponía desde la página principal de H&M en Holanda. Pero por si las moscas, he visitado algunas páginas más en las que se anunciaba la noticia. Si ponéis el traductor Google veréis que informan de exactamente lo mismo. Estando, la segunda página, escrita después de que se haya sucedido el acontecimiento:
En la foto que aparece de la cola no se me puede apreciar porque cualquier holandés, es más alto que yo. Pero aquí está la prueba que confirma que me he mantenido pegada a la puerta las casi 4 horas de espera. En ella se puede apreciar que estaba empezando a amanecer:
Como podréis esperar, quedando una hora y media para la apertura, he decidido marcharme y regresar más tarde. Al volver a las 09:34 y entrar en la tienda: ni catering para clientes, ni tarjetas regalo, ni prensa, ni colecciones nuevas. Habían pasado la ropa que les sobraba de la tienda que tenían una calle más abajo a esta nueva, con la intención de vendernos una tanda de ropa que consistía en un mix entre camisolas de anciana, estampados de selva tropical y ropa con taras, la mayoría. Muy poca ropa podría calificarse de interesante y menos aún de original.
Esto es todo lo que he conseguido:
A lo mejor esta bolsa de plástico, el molino, que daban en la sección de niños y por el que se han reído cuando lo he cogido, el trozo de cartulina, mi descuento de 5€ y su ticket correspondiente (porque sí, he comprado algo ya que lo tenía), y el espejo minúsculo sumaban la cantidad de 100€ y no me he enterado.
Creo que este evento me ha dejado absolutamente decepcionada con la marca que tanto me gusta, a la que antes perdonaba que sus cremalleras de vestidos y camisetas se rompieran con mirarlas, la mayoría de las veces. Ahora mi intención, después de esta decepcionante anécdota es no pasarles nada.
E informaros de ello para que vosotros tampoco se lo paséis.
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